Introducción a la obra mural de Casimiro Escribá en la Catedral de Albacete.



Casimiro Escribá, el pintor de la Catedral de albacete, ha sido durante mucho tiempo el gran desconocido, siendo autor de una de las mayores obras murales realizada por un solo artista, sin ayuda de taller, ni de discípulos. Las pinturas murales de la Catedral de Albacete -975 metros cuadrados, las realizó con la técnica del óleo sobre soporte de lienzo adherido al muro. Con esta técnica mural, sólo conocemos una que la haya podido superar en dimensiones, es la obra José María Sert en la Catedral de Vic. aunque este último siempre fue ayudado por los artistas de su taller.

Estos 975 metros cuadrados de lienzos pintados, son una extensión superficial mayor a la obra realizada con técnica de fresco por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, cuya bóveda cubre una superficie de 548,06 m. cuadrados -40,9 m. de profundidad y 13,4 m. de ancho, a lo que hay que sumar su parte curva-, y el mural "El Juicio Final", de 268 m. cuadrados -13,4 m. de ancho por 12,20 m. de alto-, suman bastantes menos que los 975 m. cuadrados de la Catedral de Albacete. Por lo que, indudablemente, Casimiro Escribá es otro gran coloso de la pintura.

Al crearse en 1950 la Diócesis de Albacete (España), la Iglesia de San Juan Bautista fue convertida en Catedral, siendo su primer obispo, monseñor Arturo Tabera y Araoz, quien pensó en Casimiro Félix Escribá García (Ayora, 1898-Ayora, 1982), pintor y sacerdote, para la realización de la decoración mural del templo catedralicio.

La obra mural que Casimiro Escribá había realizado en la Iglesia de San Bartolomé Apostol (Petrel), con los temas "El Purgatorio" y "El Bautismo de Cristo" (ambas de 1957); junto a otras cuatro obras que realizó este mismo año para los Padres Capuchinos de Orihuela: "San Francisco de Asís", "San Antonio de Padua", "San Buenaventura" y "La Divina Pastora" (que en la actualidad se encuentran en la sede que tiene esta congregación en la ciudad de Murcia), y la dilatada vida artística del pintor, cargada de premios en certámenes de pintura y de sus exitosas exposiciones en España, Argentina, Francia y Estados Unidos, influyeron, decisivamente, en su elección.

Después de ser aceptados los bocetos del artista, comenzó a pintar los primeros murales en enero de 1958. Desde entonces no paró de trabajar hasta su finalización en septiembre de 1962.

Se muestra esta obra mural en un recorrido virtual, constituido con fotografías esféricas (360º x 180º) y video 3D. Un tour interactivo donde el espectador puede elegir los puntos de vista de su interés, orientándose con su ubicación en la planta del templo. Y en el vídeo se muestran los títulos y ubicación de la extensa temática religiosa desarrollada en las composiciones pictóricas, en el contexto de su marco arquitectónico, indicando el año de su realización. En las páginas de arriba, en proceso de construcción, se detalla la iconografía desarrollada en las composiciones.  

VGG. Albacete, 2016.